-Y a usted, ¿Qué le quita el sueño señor Dilinger?
-El café.
Una de las frases dichas por Johnny Depp en la película, “Enemigos
públicos”. Para algunos, el café es sinónimo de veneno,” ¿Cómo puedes tomarte
esa verga? Si sabe horrible”, lo mismo me pregunto cuando la gente fuma, y ahí
siguen como putas presas, convertidas en chimeneas humanas. Sí es bien sabido
que el café tiene ciertos efectos negativos, su cafeína por ejemplo, provoca
cierto tipo de adicción, llegando al punto que si no te tomas una taza, el
dolor de cabeza que te da te jode el día. En mi caso, el café me proporciona
alivio, de alguna manera logra relajarme y sacarme de los problemas que abundan
en el día a día, y más en una ciudad tan estresante como lo es Caracas. “No me
gusta, es amargo” Señores, existe algo llamado AZÚCAR y se utiliza para
ENDULZAR las comidas o bebidas. Y si eres diabético o anoréxica como las misses,
coño esta Splenda, ¿No tienen televisión? “No que yo prefiero el té” Amig@, si
usted tiene complejo de británico, honestamente no me interesa, el té no es más
que la versión marica del café con diversos sabores, así de simple.
No critico a las personas que no beben café, cada quien su gusto y
su pasión al fin y al cabo. Sólo me parece que la reacción de algunos sobre
esta exquisitez es exagerada, muchas veces cuando mis amigos me ven bebiendo
café sacan el crucifijo y se persignan “ATRÁS DEMONIO, ATRÁS” es lo que les
falta decir. Marico, sólo es café. Una buena taza de café mañanera activa tus
sentidos, te pone alerta para afrontar un día más en el gran circo. Excelente
compañero a la hora de leer libros, a la hora de escribir, a la hora de
despecharte oyendo Arjona. Sí, el café es mi amante ideal. Me acompaña en esas
noches que no concilio el sueño. Se desvela conmigo y por supuesto, me aconseja
que deje de hacer las tareas de la universidad para última hora. Hay licores,
helados, caramelos de café, con diversas combinaciones para cada persona, la
cuestión es encontrar el que vaya contigo.
Por eso cuando me preguntan quién es el hombre de mi vida, yo les
respondo con todo orgullo, como el señor Dilinger, “El café”
Esta bien bonito mujer, lo único malo, además de defender el café es el título. No le suma nada al texto ni esta relacionado. Se lo pusiste porque es bonito.
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